miércoles, 29 de septiembre de 2010

Por qué no veo telenovelas?

Este es un refrito actualizado de un artículo que publiqué hace varios años en La Alpujarra (inactiva en la actualidad).

Para empezar, yo veía novelas. Pero las veía en mi infancia cuando no había de otra, gracias a que solo había tres canales de televisión, y creo me entretenía, no lo voy a negar. Los Cuervos, San Tropel y Calamar (entre otros), fueron parte del selecto grupo los cuales no recuerdo si venían antes o después del comercial de "hora es ya de acostarse, vamonos a descansar... blah blah" el cual tenía tan sincronizado que podía cambiar de canal antes de que empezara y volver a cambiar el canal después que terminara sin que se cruzara con el que pasaban los otros dos canales. 

Bueno, entrando en el tema, mi aversión empezó hacia la televisión en general cuando estaba prestando servicio militar. Ya disponiamos en la casa de supercable, pero en las esporádicas salidas a visitar a mi familia, un día por la tarde me quedé solo en la casa y me encontré viendo un programa perrato (tan perrato que ni me acuerdo cual fué mi salvador), entrándome un desasosiego mezclado con depresión al pensar "Qué carajos hago yo perdiendo mi poco tiempo disponible por fuera del batallón viendo televisión?". Vaya y venga que en ese tiempo existiera Internet y dedicara mi tiempo a FB u otros, pero NO, no todos tuvimos tal privilegio en su momento.Esa fué la primera parte. 

Ahora viene el segundo "condimento" del artículo: La telenovela CAFÉ. Todo un hit en Colombia. 

Estando yo en la salida del ejército cuando prestaba el servicio militar, adoraba salir a manejar a la hora que la pasaban, pues las calles estaban vacías. Aprovechaba a llamar a mis amigos, pues sabía que a esa hora nadie mas llamaba por teléfono. Obviamente me cortaban rapidito y asumo que me gané mas de un madrazo post-llamada, pero nunca me ha gustado hablar mucho por teléfono así que mi felicidad era doble... pero me intrigaba qué podía secarle el seso a tanta gente al mismo tiempo.

Me vi 3 capítulos incompletos (no aguanté terminarme ninguno), los cuales resumo brevemente a continuación:1er capítulo: Estaba la señorita Gaviota dejando de ser señorita en un matorral con su galán de turno. 2do Capítulo: La ex señorita Gaviota estaba siendo deportada de España por participar en una red de prostitución. (si era o no era no me consta ni me interesa). 3er capítulo: La doctora Gaviota es gerente de una multinacional de exportación de Café Colombiano. (Con razón tenemos tan mala fama en el exterior, y como decía otro personaje televisivo: "En este país le dicen doctor a cualquier hp, si o no doctor?"). Eso fué demasiado para mí sobre la telenovela que batió record de audiencia a nivel nacional. 

No estoy en contra de la movilidad social, pues no creo que haya familia que se salve, pero de ahi a que los capítulos que acabo de resumir sean coherentes hay demasiaaado trecho. Eso es perder demasiado el tiempo, que mejor podrían usarlo en ver como les crecen las cejas y las pestañas.Lo malo es que son contagiosas. Tuve la sorpresa de ver una parte de un programa en ruso que pensé que era una novela latinoamericana traducida. Pues no, era una típica novela latinoamericana, pero hecha por rusos (los de Rusia, no los de las obras).

Después vino Betty la Fea que hasta muñeca, álbum y serie animada tuvo. Tuve otra experiencia traumática, luego de vivir un año en otro país, para encontrarme con que todos mencionaban la "hablaTA y la gozaTA" de una horda de descerebrados que se creían chistosísimos (a.k.a. charrísimos) narrando los chascarrillos de Los Reyes, que aunque solo padecí 2 capítulos incompletos me parece mas traída de los cabellos que la trama de Café. Llegué a pensar que El General se había puesto de moda nuevamente. Un suceso afortunado es que ya dejaron de decir y saludar cuando uno salía del país, con sonrisa de oreja a oreja "Hola Escamoso!". Admito que prefiero que me digan eso a que me digan: "Colombiano, Cocaína", pero también es cierto que preferiría muchos otros adjetivos y sobrenombres con que relacionaran el país.

El artículo se llama ¿Por qué no veo telenovelas?, pero aparte de decirles el por qué también les he compartido el por qué no me gustan las telenovelas. Y después de regresar al país el motivo principal de por qué no me gustan las telenovelas, es que la gente actúa en su cotidianidad como si viviera en una novela. Les ennumero algunos que he vivido cuando manejaba personal en el restaurante:
1. El chismorreo es incesante.
2. Todos tienen una antagonista en su lugar de trabajo, que las malas de las novelas parecen querubínes en comparación.
3. Las intrigas son más rebuscadas que la que se pueda imaginar cualquier libretista que casa al nieto con la abuela, después de demostrar que no había parentesco y la diferencia de edad se justifica por un salto en el espacio-tiempo.
4. Hacen cara de madre, sufren y se quejan, pero al momento de enfrentar la realidad, resulta que el problemonón es que me miró feo o le tengo envidia porque es menos gorda que yo.

Creo firmemente en que buena parte de los problemas sociales que vivimos son fomentados por este tipo de programas, junto a la negación de la gente de aceptar que sus vidas sean comunes y corrientes. De donde sale tanta envidia de la mala y mezquindad? Por qué hay gente que no puede ver a otro contento sin amargarse el rato? Miran un clásico culebrón mexicano y los comportamientos no distarán mucho de su entorno. La trama con los hacendados Fuenpuentevillamayor y la zarrapastrosa protagonista que ni apellido tiene porque para eso tienen de sobra los otros, de pronto no sea usual, pero sí la forma como mucha gente se comporta es un espejo de el comportamiento social de dichos personajes. Y ni se hable de la nueva ola de narco-novelas, que en una columna reciente de El Tiempo (el segundo mejor pasquín de Colombia como diría un profesor del colegio) decía que era inevitable el auge de estas series por ser el reflejo de la sociedad. Infortunadamente creo que aparte de un reflejo, son un replicador de malos modelos glorificados (la muerte del capítulo final no compensa los demás meses de la vida feliz y pícara del protagonista).

Como quien dice, aguante que esto va pa´ largo.

Anhelo el día en que terminen las telenovelas antes que se sigan propagando por el mundo. 

"¡Maldita TV! ¡Arruinó mi imaginación y mi habilidad para umm... bueno... uh... tu sabes.
Bart Simpson

domingo, 26 de septiembre de 2010

No me siento orgulloso de ser colombiano

No debe ser la mejor forma de iniciar un blog, y asumo que muchos sentirán herido su amor propio por esta declaración y pensarán en algunos improperios  que supuestamente debería merecerme por apátrida, y es precisamente este sectarismo e intolerancia una de las razones que no me permiten sentirme orgulloso de ser colombiano.

Me di a la labor de buscar en Google “Me siento orgulloso de ser colombiano” y usualmente llego a lugares comunes. 

Inicio con la Biodiversidad. Que las esmeraldas, el café (que realmente no es el mejor del mundo), los paisajes, etc. Honestamente cómo puedo sentirme orgulloso de una casualidad. Yo realmente me siento afortunado de vivir en un territorio como el que ocupa Colombia, pero no me lleva a sentirme orgulloso, pues no fuimos nosotros los colombianos los que logramos semejante riqueza. Por el contrario, somos nosotros los colombianos los que estamos dando al traste con nuestra propia fortuna al depredar la naturaleza que por suerte nos rodea.

Lindos los caimanes del río Magdalena, hermosa la vista del salto del Tequendama, una maravilla natural la ciénaga grande, un plan familiar ir a pescar guapuchas al río Bogotá, un primor el azul cristalino del mar Caribe en Bocagrande, sublime la vista del río cuando subes por el metrocable…

Después llegamos a las mujeres mas hermosas del mundo. He visitado bastantes países que se ufanan de lo mismo, y si, en cada país, incluso el nuestro encontramos mujeres hermosas. Pero aceptémoslo, los feos somos más en cualquier lugar. Y si de ese cardumen de bellezas vamos eliminando todas las siliconadas, liposuccionadas y remanufacturadas, se nos empieza a reducir aún mas el porcentaje. Y como la hermosura es efímera, veamos los valores de las que van quedando. Restemos a las modelitos, presentadoras, reinitas y actrices prepagos junto a las trepadoras. Definitivamente estamos en cosecha.

Recuerdo mucho un video de promoción de Colombia que solía presentar, en el cual mencionaban los chochocientos reinados, carnavales y fiestas. Pues tampoco me siento orgulloso de celebraciones en donde el objetivo primario es salir casi en coma etílico, o la perversa tradición de atormentar algunas veces hasta la muerte a un pobre animal para deleite del pueblo (esto incluye las nefastas cabalgatas). Hago una mención especial a los festivales de teatro, el cual el mas grande del mundo se lo debemos en gran medida a una argentina excepcional. Reconozco que ese me da algo de orgullo que sea realizado en mi ciudad.

Shakira, Juanes, Fernando Botero, Juan Pablo Montoya, Gabriel García Márquez, El pibe, Carlos Vives, Camilo Villegas, Rodolfo Llinás… La verdad bien por ellos. La mayoría prefiere vivir en el exterior, lo cual le parece a la mayoría de compatriotas un poco o muy odioso, pero… qué nos importa dónde decidan vivir? Es gente que ha trabajado duro, así no me guste como cantan los 2 primeros. Y no son logros de los colombianos. Son logros de unos colombianos, la mayoría de los cuales se les nota el tedio de tener que lidiar con sus coterráneos que creen deben aguantarse su patanería e ínfulas cada vez que les piden tomarse una foto o un autógrafo por compartir ciudadanía.

Y quiero terminar con la berraquera o verraquera de su gente, que los buenos somos mas, que el colombiano es la quintaescencia del ingenio, que el mal nombre del país se debe a malintencionados periodistas amarillistas o un pequeño puñado de criminales de entre los casi 40 millones de colombianos de bien, que somos de los países mas felices del mundo, que tenemos el segundo himno nacional mas lindo del planeta, y por supuesto de nuestro mesías tropical, el magnánimo Alvaro Uribe Velez (que afortunadamente ya parece la gente empieza a comprender su verdadera dimensión).

Vean a su alrededor, sin la obligación de defender a ultranza a la PAAAAATRIAAAA. Si haces un negocio, puede que te estafen. Si no te estafan, puede que incumplan los términos en que se pactó el negocio. Se demoran en las cuotas, te hacen cambalache y te cambian una cuota por algún objeto inútil (el cual te toca aceptar porque es mejor algo que nada). Si cumplen los términos, eres realmente afortunado y fuiste ajeno a la norma.

Manejar es una pesadilla. Tenemos un montón de peajes carísimos, pero las carreteras son un desastre. Todos parecieran que se hubiesen sacado el pase en un tamal. Si quieres adelantar a alguien en carretera, no sueñes que el lentejo que va al frente tuyo por el carril izquierdo se digne a pasarse al carril lento donde corresponde, por mas señales que le hagas. Puedes encontrarte un montón de inconscientes adelantando en curva, especialmente tractomulas y buses. El circo del sol le queda corto a los motociclistas malabaristas que cargan con perro, gato, 2 niños, un bebé, la esposa y el mercado de la semana. En la ciudad los taxistas que parecieran tener mas permisos que las ambulancias. El conductor de camioneta que se la echa encima a todos quién sabe bajo qué argumento. No sabemos manejar. No respetamos o desconocemos las señales de tránsito y las leyes que nos rigen. Y del transporte público creo que no necesito extenderme en ilustrar el desastre.

Te roban, te atracan, si pones el denuncio debes quedarte con la policía mas horas de las que va a pasar el ladrón en la cárcel,  si te defiendes el atracador te demanda por daños personales, la policía suele ser cómplice de las bandas, te matan si no te dejas robar, y si te dejas robar a veces también te matan. Si los policías honestos hacen su trabajo, un juez deja en libertad a los criminales por leguleyadas.

Quieres hacer un trámite en una entidad pública? Alístate a perder un montón de tiempo, a no ser que "conozcas" a alguien que te agilice por una desinteresada donación tu trámite. Quieres quejarte o reclamar ante un banco u operador celular? Eres un valioso cliente antes de adquirir sus productos, pero al momento en que los adquieres pasas a ser una molestia que tratarán de pisotear tan pronto quieras exigir tus derechos. Sabían que casi el 70% de utilidades bancarias se derivan no del manejo de tu dinero (que es su función), sino del cobro por servicios y transacciones a sus usuarios?

Alguien se atreve a pensar distinto? Guerrillero. Mamerto. Defiendes la libre empresa? Paraco, oligarca.

Se exacerban viendo un mediocre equipo de fútbol, y presiento que calman su frustración agrediendo  o matando seguidores del equipo contrario.

La política se asocia a corrupción. Los entes de control son una vergüenza. La constitución declara un estado laico, y tenemos un montón de beatos en posiciones claves que se suponen deben defender los derechos constitucionales y no la visión eclesiástica. Y ya llegamos al límite en que los atrapan haciendo sus torcidos, y se ríen cínicamente porque saben de su efecto teflón, pues la justicia es para los de ruana.

Esto ya está muy largo. Pero quiero preguntarles. De verdad creen que los buenos son mas? Si creen eso, entonces me gustaría saber cuál es su definición de "buenos", porque el conductor atarbán, el "vivo" que a la menor oportunidad trata de aprovecharse de su prójimo, el chismoso malintencionado, el que soborna para recibir un beneficio, el que deja la caca de su perro en el parque, el que se lleva implementos de la oficina a su casa, etc. para mi no son los buenos. Y por eso no creo que los buenos sean más.

Se preguntarán y me dirán que por qué no me voy a un país en donde me sienta orgulloso. Les respondo que a pesar de haber viajado bastante (o al menos mas que el promedio), no he encontrado el primero en el que crea sentirme orgulloso si tuviese su ciudadanía, pero si hay varios en los cuales me sentiría mejor al ver que sus ciudadanos piensan mas en el prójimo y respetan la ley por convicción y no porque de pronto me pillan. 

Sinceramente, la nacionalidad me parece un constructo ridículo que no ha hecho sino fomentar disputas pueriles, similares a las de las religiones e ideologías políticas. Me gustaría sentirme orgulloso de ser humano, pero dudo que lo logre en esta vida. Por el momento procuraré tratar de sentirme bien conmigo mismo, y procurar obtener de la vida pequeñas satisfacciones que me brinden orgullos personales. Me siento afortunado de muchas vivencias que me ha ofrecido Colombia, y lo que soy como persona se lo debo para bien o para mal en su mayoría al tiempo que he pasado en esta sociedad. Pero no me pidan que me sienta orgulloso artificialmente de vivir en una sociedad que en su gran mayoría es perversa y mezquina.