martes, 13 de diciembre de 2011

Bitácora final Alemania

Les comparto la última bitácora que escribí de mi experiencia en Alemania antes de empezar con la publicación de las bitácoras Letonas.





Finalmente despues de mes y medio de estar en Alemania, conseguí obtener la visa el 4 de Octubre para viajar a Riga, ciudad en la que estoy desde el martes 5 de Octubre, dia que se vencia mi visa schengen. Fue bastante tensionante la espera, pero estoy alegre de salir de Berlin, de comer a diario hamburguesas, doner kebab, currywurst (salchicha bañada en salsa de tomate) brotwurst o roastbratwurst (salchicha en un pan de un tercio del tamaño de la salchicha que es a la parrilla o normal).

El último fin de semana en Berlín, también me pegué mi buena caminata, en donde llegué a un parque muy bonito y calmado, con patos y en el que por fortuna decidí descansar, pues después de abandonar el parque me metí por un barrio en el cual de un callejón vi saliendo unas señoras y opte por meterme por ahí a ver qué encontraba. 
Llegue a un barrio, si se le puede llamar así, pues era un conjunto de casitas de un piso que habia visto desde el tren una vez y me habian llamado la atención, asi que feliz por mi descubrimiento me interné  por un corredor en medio de las casitas, las cuales cada una tiene como su huerta, y que nunca supe la razon de ser de esas casas en medio de una ciudad colmada de edificios. 
Al ver que el callejon no tenia salida me regresé, y al llegar a donde había entrado, me di cuenta que tambien habia una puerta... y pues quede encerrado como por hora y media hasta que llegó alguien mas a abrir y haciendome el pendejo salude como si acabara de salir de visitar a alguien y  logré salir antes que anocheciera por fortuna. No fue una de mis caminatas mas exitosas, pero ayudó a sumar una de mis últimas anécdotas en Alemania.


Otro de mis motivos de alegria de salir de Berlin, era abandonar el `Easy dorm` que es un cuarto en el hostal en el cual duermen 16 personas, pero es el mas económico. Solo costaba 10 euros mientras que el que le seguia en el que solo dormian 8 costaba de 16 a 18 dependiendo del dia. 
En fin es que en el easy dorm llegó un momento en que empezo a oler un dia a pecueca, el otro a chucha y después no se sabia ni a qué olía de la mescolanza tan tremenda. A raíz de esto, opté por ir al cuarto solo hasta las 2am y
despertarme temprano después de hacer lo imposible por conciliar el sueño ante ese atentado químico, armonizado por varios ronquidos y sonidos de tren.

Al enterarme que me daban la visa, solicité que me cambiaran de cuarto inmediatamente para poder salir fresco y radiante rumbo a mi nuevo destino. Estoy agradecido con el `easy dorm` por lo que me colaboró a ahorrar, pero lo tendre como parte de mis pintorescos recuerdos que espero no tener que revivir en un futuro.

Dentro de las cosas no tan buenas de Berlín, es que si uno quiere salsas para las papas o la hamburguesa en McDonalds, se las cobran, al igual que si uno usa el baño; solicitan un aporte voluntario de 0.50 euros y hay una persona al lado del platico del aporte voluntario con cara de pocos amigos (yo tampoco la tendría si me tuvieran cuidando un baño todo un dia).

Igualmente, durante mi último fin de semana de tensión, me convertí en el rey del monopolio en línea. A quien le interese enviciarse y quemar tiempo por montones, puede ir a play.games.com pero no respondo por las consecuencias.

El lunes antes que me dieran la visa, después de ducharme se cayó el reloj al piso, y después de haberle pegado en reiteradas ocasiones contra paredes, pisos de concreto, aceras, cemento y otros maltratos, finalmente ante una baldosa se desbarato una parte y se le partió una manecilla del cronometro que a veces se tranca con el minutero. Se me hacen los dias eternos hasta que me doy cuenta que el reloj se volvió a trancar y se me pierde buena parte del dia por esa razón.

Unas por otras, pues con mi reloj malherido recibí la buena noticia que llevaba esperando tanto tiempo. Estuve con mi sonrisa de oreja a oreja todo el dia, organizando mi viaje a Riga y el dia remato al entrar a un supermercado en el cual, al pagar a la cajera me dio una rosa y fue bonito detalle asi le estuviera dando rosas a las personas que iban delante mio, pero como no se alemán, pensaba que las compraban por alguna celebracion del dia.

Al dia siguiente por fin me compre mi cámara digital, con la cual espero enviar prontamente fotos mias en Letonia, pues no alcancé a tomar ninguna en Berlín, lave mi ropita, revise correo por última vez, comi mole rojo en un restaurante mexicano que me habia llamado la atencion y al que nunca habia entrado y como era mi último dia me di mi gusto, y sali bien comidito después del mes de comidas rapidas en direccion al aeropuerto.

Llegue a Tegel (el aeropuerto) con bastante anticipación. Con mi maleta de 27kg y dos maletines de mano después de 40 minutos en el bus, no pusieron pereque ni me revisaron nada como ha sido habitual en los aeropuertos por los que habia pasado. Entré a la salita de espera muy calmado, pero cuando por las ventanas del aeropuerto vi aterrizar el avión de Airbaltic en el que me iba a embarcar, de nuevo se me aceleró el corazón, me invadió la sonrisa de oreja a oreja y
causalmente encajó con la ocasión que estaba en ese preciso momento escuchando soda stereo en mi walkman y una frase de una canción lo resumio todo: ...una eternidad espere este instante.

Hasta aca mi relato, cerrando asi tambien mis historias sobre Alemania. Proximamente les contare como ha sido mi llegada a Riga y el readaptarme nuevamente a otra realidad.

Un abrazo!

Hoy volví a entrar al sitio del monopolio en línea y aunque aún existe, ya no hay monopolio. Al menos no gratis y hay un romapolio que se puede descargar en el computador... el juego en línea no está.

Hace 2 semanas precisamente estaba acordándome de las salchichas  __wurst con una amiga que me preguntaba de mis días en Berlin, compartiendo que ella habia estudiado en Suiza recientemente. Aún no me convencen, lo siento.

También con el paso del tiempo, ya no estoy tan dispuesto a quedarme en algo parecido al easy dorm. Las últimas veces que me he quedado en hostal, no han pasado de 6 personas por habitación y para mí es importantísimo que el baño (sea hotel u hostal) se vea muy limpio. Cada vez me siento menos dispuesto al hostal, en especial si la ducha es comunal, y no es al menos privada a los que se queden en el cuarto. Aclaro que el easydorm tenía 2 duchas en el cuarto, pero con las 16 personas practicamente era lo mismo que ir a las duchas comunales.

Cada vez que he regresado a Berlín, me he quedado en el mismo hostal. Lo recomiendo por su buena ubicación y precios: http://www.aohostels.com/en/berlin/ (Berlin Am zoo)

Y aunque la canción del video de hoy no era de hace 7 años, si tuvo mucho significado en su momento.



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